La mejor forma de ir descubriendo el mundo, es un rincón a la vez.
Anteriormente tratábamos de recorrer más lugares en poco tiempo, y posiblemente visitábamos sólo los lugares más conocidos. Poco a poco hemos ido cambiando nuestra forma de viajar, y buscando esos lugares que ni siquiera sabíamos que existían, y que nos han dejado sin aliento.
Cada lugar tiene su encanto. Por pequeño o remoto que sea un lugar, se los podemos asegurar, tiene algo que enseñarnos y que luego servirá para contar a otros.
El viajar en familia nos ha hecho vivir los viajes desde otra perspectiva. Ahora vemos cosas que antes no percibíamos, o que lo veíamos con otros ojos.
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