Este día comenzó con la visita al punto fronterizo de Pedernales – Ans-a-Pitre. Nos acercamos con cierta precaución, ya que para estos días hubo muchos disturbios en nuestro vecino país de la República de Haití, por un fallido intento del gobierno haitiano en hacer alzas sin precedentes en los precios de los combustibles. Por suerte encontramos todo en perfecto orden y calma.
Esta visita fue impactante para los niños. Ver tanta miseria y haitianos pidiendo dinero de forma desesperada. La verdad que vivieron una experiencia que los tocó. No entendían como algunos no tenían zapatos. Enseñarles el portón que divide ambos países fue para ellos como asomarse a algo totalmente extraño para ellos. Miraban pensativos, y hasta cierto punto, silenciosos. Un comentario que nos hicieron fue: “¿Por qué hay tanta basura?”.
Luego nos enrutamos hacia uno de los destinos al cual le teníamos muchas expectativas: Bahía de las Águilas. El trayecto en bote es sin duda un atractivo de visitar la zona. Las formaciones rocosas y el azul cristalino del mar, hacen que sea una vista simplemente única. A boca llena podemos decir que es una de las mejores playas de nuestro país.
Para los adultos, ver las estrellas de mar en nuestro snorkeling fue un gran evento, para los niños, casi no hay palabras para explicarlo. Nos encontramos un cardumen de unos 300 peces en nuestra exploración, además de haber visto mantarrayas. La playa a pesar de lo inmensa que es, tuvimos la fortuna de que estaba prácticamente para nosotros solos. Apenas se alcanzaban a ver a lo lejos 2-3 personas. Atrapar un cangrejo fue uno de las entretenciones de los niños, para luego liberarlo, sabiendo que no le podían hacer daño. Ya al momento de irnos, niños lugareños en busca de una propina, se acercaban a nuestro vehículo con galones de agua para quitarnos la arena de los pies. Una iguana nos hizo la despedida de Bahía de las Águilas.
Los Pozos de Romeo fueron nuestro próximo destino a conocer. Fue muy lamentable que encontramos el lugar muy sucio y con muchos residuos plásticos. No obstante, lugareños se bañaban y se lanzaban desde lo alto.
Arroyo Salado era un lugar para hacer una visita corta y disfrutar de una de las aguas más cristalinas de nuestro país. Los niños disfrutaron mucho de este lugar, sin importar lo fría que es el agua. Para nosotros esta será una parada obligatoria en futuras visitas a esta zona. Si miras con detenimiento, en el fondo del agua, podrás ver pequeños camarones en gran parte del arroyo.
De acuerdo al plan del día, nos quedaba por recorrer el tramo Arroyo Salado – Barahona, donde pasamos la noche y disfrutamos de una rica cena en el Restaurante Brisas del Caribe, que cabe destacar que a todos en la familia nos gustó. Estábamos un poco cansados y es un lugar bien tranquilo, fuera del bullicio del pueblo de Barahona, justo en el Malecón. Es bien amplio, y los niños pudieron jugar y corretear.
RUTA | LUGARES VISITADOS |
Pedernales – Bahía de las Aguilas. | Punto fronterizo Pedernales – Ans-a-Pitre. |
ALMUERZOS | ALOJAMIENTO |
Desayuno: incluido en el hotel (Pedernales). | Hotel La Saladilla (Barahona). |