Desde hacía mucho tiempo queríamos recorrer en un sólo viaje todo el litoral de República Dominicana. Sabíamos de playas paradisíacas que podíamos explorar, distintos sazones para degustar nuestro paladar, y ¿por qué no?, ver cómo cambia la forma de hablar de las personas, sus tradiciones y lo distinto que podía ser el entorno entre una zona y otra.
Con esta publicación le damos la bienvenida a este viaje que recientemente hemos realizado, y que sin dudas queremos compartir con ustedes, quienes día a día apoyan a esta familia de cinco, a ir descubriendo rincones, uno a la vez.
Un viaje como este por lo general trae consigo muchas preguntas, que poco a poco con la planificación, se van contestando. Pero hay que saber que por más que planifiquemos, hay factores que aunque tengan su respuesta, queda esa ligera ansiedad de saber cómo realmente es un lugar, cómo será el alojamiento seleccionado, si la carretera será tal cual como te dijeron, en fin, innumerables cosas. Pero de eso se trata. Algunas cosas se planifican, otras simplemente se van viviendo. Esa es la verdadera aventura.
Para los grandes de la casa fue un viaje muy enriquecedor, y para los pequeños de la casa una experiencia que nunca olvidarán.
Lo primero que hicimos fue definir una fecha y bloquearla en nuestro calendario. Así sabíamos de cuantos días disponíamos, para luego iniciar una de las etapas más bonitas: elegir los destinos para visitar y conocer. Así de bonita es esta etapa, pero así de inquietante. Por momentos queríamos extender el viaje al doble de días, pero realmente no estaba dentro de nuestras posibilidades.
Definir la ruta no fue tarea fácil. Llevó mucho tiempo de investigación, de llamadas y mensajes a amigos, contactar ciertos lugares que nos dieran información, etc.
A pesar de que en nuestro país no sufrimos grandes cambios de temperaturas, el factor climático era un detalle importante. Somos un país tropical donde llueve con frecuencia y elegimos la fecha justo iniciando la temporada ciclónica. Por otro lado, nos orientamos con los lugareños en algunos de los puntos de interés para que nos confirmaran la ruta para llegar a determinado punto, el estado de las carreteras, y sobre cualquier factor relevante que debamos saber previo a la partida.
Nuestra travesía incluía bordear la frontera entre República Dominicana y nuestro país vecino Haití, por la Carretera Internacional. Apenas pocos días antes de la fecha pautada para iniciar el recorrido, Haití se encontraba en una huelga general por reclamo al gobierno sobre las alzas exponenciales de los combustibles. Esto provocó muertes, vehículos incendiados, vandalismo a centros comerciales, paro general, etc.
El plan era iniciar desde Santo Domingo por todo el sur-suroeste de la isla, específicamente Barahona y Pedernales, e ir haciendo el trayecto en el sentido de las agujas del reloj. Luego bordear la frontera con Haití, para después continuar por toda la costa atlántica, haciendo paradas en lugares como Montecristi, Punta Rucia, La Isabela, Luperón, Cabarete y Cabrera, para seguir el trayecto por Samaná. Continuamos nuestra ruta por Miches, Punta Cana y La Romana, donde hicimos el cierre oficial de la travesía.
RUTA | LUGARES VISITADOS |
Santo Domingo – Barahona. | Playa San Rafael (Barahona). |
ALMUERZOS | ALOJAMIENTO |
Desayuno: En nuestra casa. | Hotel Casa Oasis (Pedernales). |
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