Un puñito de arena en el medio del mar

Así podría decir que es Cayo Arena, pero más bonito.

¿Cómo llegamos a Cayo Arena? Salimos desde Santo Domingo bien temprano con un grupo de familias aventureras, así como nosotros. Con muchas ganas de conocer nuestro país, de agregarle valor a nuestras vidas y a la de nuestros hij@s a través de todas las experiencias que vivimos en cada aventura, con un deseo inmenso de compartir con la naturaleza y vivir la belleza del entorno.

Llegaron las 7:00am del Viernes. Listos en el punto de encuentro. Autopista Duarte rumbo hasta la Circunvalación de Santiago. Pasas por Villa González, Bisonó, Maizal, Ranchete, Los Hidalgos, Villa Isabela (ya en este punto estaríamos cerca de la costa norte), Estero Hondo...y finalmente Punta Rucia. Un paraíso!

Ese primer día fue llegar y admirar el lugar. Nos ocurrió algo extraño y fue pensar que cenaríamos en algún restaurante de la zona, y ¿adivinen qué? Casi no hay...pero aventureros al fin, llevamos algunos suministros y conseguimos una parrilla prestada frente a la playa de hotel donde nos hospedamos (Paraíso Ecolodge; que vale aclarar te preparan la cena si avisas con tiempo). En fin, acabamos con una noche de cientos de estrellas, un cena riquísima, el océano para nosotros y un montón de historias para contar!

Beep! Beep beep! Beep! Sábado 8:00am. Hora de despertar y desayunar para salir rumbo a Cayo Arena. Ese puñito de arena en el medio del mar. A sólo 25 minutos en lanchas rápidas está el verdadero paraíso. Rodeado de aguas cristalinas y una barrera de corales que alberga posiblemente uno de los ecosistemas marinos más ricos de la isla. La experiencia de explorar esos corales fue fascinante. Este tour lo puedes contratar a través del hotel, y te incluyen traslado en lancha rápida, refrigerios en Cayo Arena y almuerzo al regresar a tierra firme. El regreso se hace por una zona de manglares, sumamente interesante.

La tarde de ese día fue hacer un pequeño recorrido por el pueblo y aprovechar las playas que son exquisitas. Ya por la noche cenamos en el Hotel Punta Rucia Lodge; definitivamente el hotel más grande de la zona, con cómodas habitaciones y bungalows, y un restaurante con una oferta gastronómica muy bien elaborada.

Domingo. No nos queremos ir. ¿Qué hacemos? Los nin@s se hicieron amigos de unas tortuguitas con quienes jugaban y daban de comer. ¡Hasta pronto tortuguitas! ¡Volveremos!

 

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